Curiosidades históricas y dichos populares
ISBN/ISSN 9788415584476
Autor: Arturo González Hurtado
Editorial: Albores
1ª ed., 1ª imp. (04/2013)
Idioma: Español
Páginas: 230
Encuadernación: Rústica
Dimensiones: 25x18 cm

Texto de contraportada:
¿Sabías que el origen de la palabra BRINDAR está en los griegos y era una muestra de confianza del anfitrión a sus invitados, porque al chocar las copas se intercambiaban los contenidos de estas y así se sabía que no era intención del anfitrión envenenarlos?
¿Sabías que el origen de la expresión “hay más días que longanizas” puede provenir de una comedia moderna en la que uno de sus personajes sufre un síncope? “Hay que llamar inmediatamente al doctor Díaz”, propone alguien. Entonces una de las personas coge la lista de teléfonos y trata a toda prisa de buscar el teléfono del doctor: “Díaz, Díaz, Díaz, Díaz…”. Y sigue revisando los abonados de este apellido tan común, hasta que al final, desesperada, exclama: “¡Hay más Díaz que longanizas!”
¿Sabías que “el tocino del cielo” hace alusión a un premio que hay colgado en el Paraíso para los casados que no se han arrepentido nunca de haberse casado? Y como este “tocino del cielo” está sin empezar, aún no ha habido ningún casado que no se haya arrepentido alguna vez de haberse casado.
¿Sabías de dónde viene hacer la siesta o pasar la siesta? Esta expresión significa descansar a la hora sexta, es decir al mediodía, porque antiguamente se comía antes de dicha hora. Según la división del día en cuatro horas que empleaban los romanos (prima, tercia, sexta y nona), la sexta comprende desde las doce del mediodía hasta las tres de la tarde. Así que sestear era reposar a la sombra a la hora sexta.
¿Sabías que el “dolce far niente” es equivalente a “el dulce de no hacer nada”? Es una expresión italiana de uso casi universal. La expresión es un acierto para expresar la dulzura de la ociosidad, y conviene no olvidar que quienes mejor pueden sentir el placer de la holganza, no son los holgazanes habituales, sino los que más trabajan.